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Aún está presente en mi memoria la forma como Arturo se
proclamó, por derecho, rey de nuestra Santa Tierra.
Arturo
trataba de conseguir una espada para su hermano con el fin de
que pudiese participar en el torneo de cada año. Fue presto
hacia su casa, pero la halló cerrada. Inquirió entonces a
unos hombres sencillos que talaban árboles por si le podían
dejar alguna espada. Estos se mofaron de él, ante tal petición.
Años después Arturo me confesó que sin embargo le dieron la
clave para entrar en la iglesia y conseguir la espada clavada
en la piedra que se encontraba en su patio...
(.)
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Asediados en aquella pequeña fortificación por las huestes
de los nobles rebeldes, ordenó Arturo que cada hombre que no
empuñase un arco se refugiase para no verse alcanzado por
ninguna saeta enemiga.
Los
muros de la torre, aguantaban bien el avance de nuestros
enemigos. Al Señor doy gracias porque contábamos con
maquinas de asedio que destruían las suyas antes de que
pudieran dañar los muros que nos separaban de una muerte
segura.
Merlín
el nigromante, tras tratar de razonar en vano con los nobles
rebeldes para que aceptaran a Arturo como rey de Inglaterra,
aconsejó, en un momento de confusión del enemigo, que atacáramos
con todas nuestras fuerzas, incluidas las que se habían
guarecido de las saetas enemigas. Nos dirigimos directamente
hacia los nobles rebeldes, que, abrumados ante nuestro empuje
y coraje, emprendieron la huida...
(.)
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Después de capturar a sus exploradores, conseguimos engañar
al ejército enemigo para que marchase por el desfiladero,
donde nuestros caballeros tendían emboscada. Levantamos
empalizadas y torres y construimos máquinas de asedio. Toda
ayuda fue poca para nuestros esforzados arqueros.
El
bosque, aunque rico en recursos, no estaba exento de peligros,
y seres salidos del profundo averno deambulaban por doquiera,
protegiendo celosamente sus riquezas...
(.)
...Arturo
consiguió la espada Excalibur gracias a Merlín el
nigromante, y aunque tuvieron que enfrentarse a peligrosos
seres, salieron victoriosos por obra de un conjuro del mago.
(.)
.Arturo
pronto debió utilizar la espada Excalibur contra sus
enemigos. Uno de ellos fue el rey Royns del Norte de Gales que
era una amenaza para todo el reino.
Sir
Balin, Sir Balan y Merlín el nigromante, capturaron al rey
Royns, cuando éste campaba frente a la ciudad de Terrabic que
tenía sometida a asedio. La aventura no fue fácil y hubieron
de llegarse hasta él sorteando al enemigo, empleando para
ello un camino poco transitado. Una vez capturado le obligaron
a meterse en un carro y huyeron a la carrera de los caballeros
del rey Royns, que ya se cernían sobre ellos.
Demos
gracias al Señor, que acudió Arturo presto con sus mesnadas
para salvar la ciudad de Terrabic eliminando toda resistencia
enemiga. Tuvimos que agradecer de nuevo a Merlín el
nigromante, ante su ocurrencia de eliminar primero su
campamento, privando al enemigo de dónde guarecerse y
reagruparse.
(.)
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Tras la misteriosa desaparición de Merlín el nigromante, el
infortunio se cebó sobre el reino de Camelot puesto que un
gran ejército vikingo asoló nuestras santas tierras.
El
Rey Arturo, acompañado de su esposa, la reina Ginebra acudió
con un ejército a hacerles frente.
Quiso
la mala fortuna que, acampados en las márgenes del río Húmber,
fueran sorprendidos por los Vikingos, que, arropados por la
oscuridad de la noche, atacaron por sorpresa. Los valientes
soldados, donaron sus vidas para proteger a los reyes y a sus
hombres de confianza, que pudieron embarcar en un bajel y
alcanzar la otra orilla del río, no sin antes dar muerte a
los reyes vikingos.
La
muerte de sus jefes hizo cundir el desánimo en las filas
enemigas, y nuestros valerosos caballeros pudieron
reorganizarse en la otra orilla del río y destruir al enemigo
con la ayuda de Dios.
Una
de las más peligrosas empresas fue controlar el río,
decisivo para la victoria, ya que era surcado por los
poderosos navíos enemigos, que en las tierras del Norte
llaman drakkars...
(.)
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Pocas aventuras como el rescate de Sir Lancelot por parte de
Sir Ewain, la bruja Nyneve y un grupo de fieles. Como fui
rescatado por ellos de un puesto de guardia al Oeste del
castillo en el que me encontraba cautivo, consideré justo
ayudar a mis rescatadores en su empresa.
.Morgana
Le Fay protege celosamente los secretos de su castillo, en
especial el mapa de su laberinto.
Hicimos
frente a seres demoníacos y a indescriptibles bestias. Suerte
que siempre tuve cerca mi crucifijo que nos protegió en más
de una ocasión. Sin duda, el Señor estaba con nosotros.
Encontramos
un pueblo saqueado en el que se ocultaba un portal que daba al
interior del castillo, no sin lamentar la pérdida de algunos
de nuestros compañeros de aventura. Luego descubrimos que era
posible entrar en el castillo por otra vía, quizás menos
gravosa en vidas humanas.
.Aún
no sabemos de qué manera, en el interior del laberinto,
encontramos a Excalibur y posteriormente la lóbrega mazmorra
donde encerraban a Sir Lancelot, sin poder evitar el encuentro
con las brujas, cuyos poderes eran portentosos y sin duda
producto de sus tratos con el Maligno.
Para
cuando llegamos a la mazmorra, Sir Lancelot ya había huido
por sus propios medios cavando un túnel que seguimos, dando
con un embarcadero en el que robamos un bajel. Con él
proseguimos el curso del río que bordeaba el castillo.
En
una orilla encontramos a Sir Lancelot, suerte que pudimos
rescatarlo a tiempo antes de que fuera muerto por los esbirros
de Morgana...
(.)
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Según me contó Sir Bors, a Sir Galahad le nombraron regente
de Sarras, y su primer cometido fue transportar el Santo Grial
a la protección de la ciudad.
Desgraciadamente,
la caravana que transportaba el Grial junto a un cargamento de
recursos necesarios para fortalecer la ciudad, fue atacada por
los bandidos del desierto. Muchos valientes caballeros
quedaron para cubrir a los carros, mientras éstos emprendían
una frenética carrera hacia la ciudad, que también estaba
siendo atacada por los bandidos.
Continuamente
hostigados por los saqueadores, la ciudad de Sarras fue poco a
poco fortaleciéndose y en ella se erigió un altar donde
proteger la reliquia. Sin embargo, el Santo Grial fue robado
por una malvada reina vampiresa que lo codiciaba.
Dios
quiso que además de peligros, el desierto ocultase numerosos
tesoros que fueron muy útiles en la batalla contra el ejército
de la malvada reina vampiresa y tras una larga guerra,
recuperaron el Santo Grial. Sin embargo, el camino de vuelta
fue tortuoso ya tuvo que ser por tierra, porque ningún capitán
aceptaba tener en su bodega tan preciada reliquia, por temer
que una tormenta destruyese su barco. A Nuestro Señor
Jesucristo agradezco que contaran entre las filas
cristianas con hábiles constructores.
(.)
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La reina Ginebra estaba a punto de ser pasto de las llamas,
cuando Sir Lancelot sitió la ciudad de Camelot. Simulando un
ataque directo, derrumbó los puentes más cercanos para
protegerse de una salida de los defensores ya que su ejército
era en realidad minúsculo. Una vez aislada la ciudad, pudo
capturar los edificios necesarios para construir maquinaria de
asedio que castigara las murallas de Camelot y contrató los
servicios de un especialista en el engaño y el disfraz que
pudo introducirse en la ciudad. El espía encontró la
ayuda de un comerciante sarraceno que ejercía en mercado de
la ciudad. Hubieron que tener cuidado y avanzar por las calles
menos transitadas, ya que muchos inquisidores patrullaban las
calles. Como tuvieron que dar un buen rodeo, llegaron casi en
el momento de la ejecución.
En
un acto de valentía, el espía se desenmascaró y liberó de
las ataduras a la reina Ginebra que pudo ocultarse gracias al
comerciante. Juntos, escaparon por la puerta Norte de la
ciudad.
(.)
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Cuando Arturo fue informado de los últimos acontecimientos y
de cómo Sir Mordred había usurpado la corona, partió de
inmediato para recuperar el trono.
En
la primera ocasión en que se enfrentaron contra las fuerzas
de Sir Mordred, Sir Gawain fue gravemente herido. Sintiendo
cercana su muerte, Sir Gawain solicitó el perdón de Arturo
por haberle exhortado para que fuera en persecución de Sir
Lancelot, haciéndole así abandonar el reino a su suerte. En
su arrepentimiento, Sir Gawain escribió una misiva a Sir
Lancelot rogándole que prestara su apoyo al rey Arturo para
enfrentarse a Sir Mordred y sus traidores.
.Ayer
noche murió Sir Gawain. Arturo ha tenido un sueño en el que
el mismo Gawain advierte al rey del peligro que supone luchar
contra el traidor Mordred sin tener la ayuda de Sir Lancelot.
Alertado por tan extraordinaria advertencia, el soberano ha
decidido esta mañana llegar a un acuerdo de paz con su hijo
Mordred a fin de ganar tiempo y permitir a Sir Lancelot llegar
a Inglaterra.
Mañana,
en la llanura de Salisbury se darán cita.
Aquí
acaba el libro.
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